Nueva Zelanda registra un aumento en recetas de cannabis
El panorama del cannabis en Nueva Zelanda está evolucionando, con un aumento significativo en el número de pacientes que obtienen recetas para acceder legalmente. Según la última Encuesta de Tendencias de Drogas de Nueva Zelanda (NZDTS), el 37% de los usuarios de cannabis medicinal ahora tienen una receta, un gran aumento desde menos del 10% hace dos años.
Mayor acceso legal al cannabis medicinal
El incremento en las recetas refleja una creciente aceptación del cannabis en Nueva Zelanda. El país lo legalizó por primera vez en 2018, y en 2020 lanzó el Esquema de Cannabis Medicinal. Inicialmente, el acceso era limitado y la mayoría de los pacientes dependían de fuentes no reguladas. Sin embargo, los hallazgos de la NZDTS 2024 indican un cambio hacia la obtención legal.
Algunos de los hallazgos clave de la encuesta incluyen:
- El 37% de los pacientes de cannabis medicinal tienen receta, frente a menos del 10% en 2022/23.
- El 60% de los pacientes no ha consultado a un profesional de la salud sobre el cannabis medicinal, una reducción desde el 85% en 2022/23.
- La disponibilidad de cannabis medicinal producido localmente ha aumentado desde 2022.
Cómo se compara Nueva Zelanda con las tendencias globales
El creciente uso de recetas en Nueva Zelanda refleja patrones globales. Varios países, como Malta, Luxemburgo, Alemania y Sudáfrica, han introducido medidas de legalización del cannabis a nivel nacional. Actualmente, cerca de 60 naciones permiten algún tipo de acceso regulado al cannabis.
A pesar de estos avances, en 2020 los neozelandeses votaron en contra de la legalización total del cannabis recreativo. En ese momento, solo Uruguay y Canadá habían aprobado su uso a nivel nacional. El aumento en las recetas sugiere un posible cambio en la percepción pública y médica sobre el cannabis.
Cambios en los patrones de consumo de sustancias
La encuesta también reveló cambios en la manera en que el consumo de cannabis impacta el uso de otras sustancias en Nueva Zelanda. Entre más de 23,000 encuestados, se identificaron los siguientes patrones:
- El 60% informó consumir menos alcohol después de empezar a usar cannabis.
- El 60% redujo el consumo de cannabinoides sintéticos.
- El 44% usó menos morfina.
- El 40% reportó una reducción en el consumo de metanfetamina.
Perspectiva personal
Este fenómeno refleja una creciente confianza en el acceso regulado, lo que podría indicar un cambio más amplio en la percepción pública. Aunque la legalización recreativa sigue descartada por el momento, el aumento del uso regulado sugiere que las actitudes hacia el cannabis están evolucionando.
La disminución del consumo de alcohol y otras sustancias entre los consumidores de cannabis también es relevante. Si estas tendencias continúan, Nueva Zelanda podría experimentar cambios a largo plazo en la forma en que la sociedad aborda el uso de sustancias. Si esto derivará en futuras modificaciones de políticas aún está por verse, pero las cifras indican un movimiento claro hacia una mayor aceptación.