El papel crucial del sistema endocannabinoide en la salud del hígado

01/11/2023
hígado con el icono del cannabis en el centro

La íntima relación del hígado con el sistema endocannabinoide

El hígado, órgano central de nuestro metabolismo, tiene un papel crucial en la conversión de nutrientes en formas utilizables y en la desintoxicación del cuerpo. Su resistencia y robustez son inigualables, dada su función principal de desintoxicación. Sin embargo, incluso este órgano formidable tiene sus límites y puede sucumbir a enfermedades.

Recientes descubrimientos sobre el papel del sistema endocannabinoide en el hígado han iluminado su importancia en el mantenimiento de la salud hepática y posibles aplicaciones.

El propio sistema endocannabinoide del hígado

La importancia del sistema endocannabinoide en varios procesos hepáticos es tan profunda que a menudo se le refiere como un sistema cannabinoide distinto, denominado sistema cannabinoide hepático. Tanto los receptores CB1 como CB2 están presentes en todos los tipos de células hepáticas.

Los procesos intracelulares dirigidos por estos receptores cannabinoide están principalmente controlados por los endocannabinoides Anandamida y 2-AG (2-Araquidonilglicerol). La investigación en muestras de tejido ha mostrado que durante el daño hepático agudo o crónico, hay un notable aumento en la concentración de estos cannabinoides en el tejido hepático.

Endocannabinoides: Los reguladores de procesos hepáticos

Los endocannabinoides, actuando a través de receptores cannabinoides, parecen ser esenciales para la regeneración hepática. Estos receptores pueden ser visualizados como reguladores que controlan diversos procesos metabólicos en el hígado.

Los endocannabinoides Anandamida y 2-AG actúan como operadores, ajustando finamente estos reguladores. Una regulación bien coordinada de estos procesos garantiza una función hepática y regeneración fluida. Por el contrario, un desequilibrio en este sistema puede llevar a enfermedades hepáticas graves.

Hígado graso y el receptor CB1 hiperactivo

El hígado graso, a menudo resultado del consumo excesivo de alcohol, también puede manifestarse en individuos que consumen alcohol en cantidades no problemáticas, denominado hígado graso no alcohólico. Investigaciones en cultivos celulares hepáticos humanos y observaciones en ratones han confirmado el papel central del receptor CB1 en el inicio de esta condición.

Una síntesis elevada de Anandamida, un agonista CB1, en células hepáticas afectadas conduce a un receptor CB1 hiperactivo, lo que parece favorecer el desarrollo de un hígado graso. Contrapruebas experimentales utilizando antagonistas CB1 como Rimonabant y el cannabinoide sintético AM251 han mostrado resultados prometedores en la inversión de este proceso.

Receptor CB2: El guardián contra la inflamación

Como se conoce en otros sistemas corporales, los procesos inflamatorios en el hígado también están regulados por el receptor CB2. Las inflamaciones crónicas pueden llevar a cirrosis hepática, fibrosis e incluso cáncer de hígado. Los agonistas CB2, como JWH-015, han mostrado potencial en inhibir el crecimiento de células cancerígenas del hígado y en desacelerar o detener la progresión de la fibrosis o cirrosis.

Además, el endocannabinoide 2-AG, actuando como un agonista en el receptor CB2, reduce el estrés oxidativo y nitrosativo en las células hepáticas y estimula la producción de nuevas células hepáticas a través de la interacción con la citocina Interleucina-6.

Cannabinoides: Innovadores enfoques de tratamiento

Las perspectivas obtenidas al entender el papel del sistema endocannabinoide en el hígado sugieren que los cannabinoides podrían ofrecer opciones innovadoras para el tratamiento de enfermedades hepáticas graves en el futuro.

Un estudio realizado en 2008 en 315 pacientes con Hepatitis C crónica reveló una hiperactividad pronunciada del receptor CB1. Aunque la Hepatitis C es una infección viral, esta investigación sugiere que la severidad y el daño hepático asociado podrían reducirse significativamente administrando un antagonista CB1 al paciente.

Aunque un estudio de Fase 3 utilizando el antagonista CB1 Rimonabant tuvo que ser discontinuado debido a efectos secundarios, hay numerosos otros cannabinoides potenciales que podrían utilizarse para este propósito, que son en su mayoría no tóxicos y actúan de manera muy selectiva. Se espera que los cannabinoides desempeñen un papel cada vez más significativo en el tratamiento de enfermedades hepáticas en los próximos años.

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Robin Roy Krigslund-Hansen

Robin Roy Krigslund-Hansen

Sobre el autor:

Robin Roy Krigslund-Hansen es conocido por su amplio conocimiento y experiencia en los campos de la producción de CBD y cáñamo. Con una carrera de más de una década en la industria del cannabis, ha dedicado su vida a entender las complejidades de estas plantas y sus posibles beneficios para la salud humana y el medio ambiente. A lo largo de los años, Robin ha trabajado incansablemente para promover la completa legalización del cáñamo en Europa. Su fascinación por la versatilidad de la planta y su potencial para una producción sostenible le llevó a seguir una carrera en el campo.

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